El pasado mes de junio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial alababan la “sólida gestión macroeconómica” del Gobierno boliviano. Algunos meses más tarde, en las calles de La Paz resonaban las voces de los manifestantes que exigían una revalorización salarial. Hay quienes denuncian un retorno al neoliberalismo bajo la égida del presidente Evo Morales. ¿Será el final del viraje hacia la izquierda de Latinoamérica, simbolizado particularmente por la elección en 2005 de este sindicalista campesino e indígena? En Bolivia, el clientelismo todavía no se ha erradicado; las nuevas elites reproducen los errores de sus predecesores; y los conflictos sociales estallan de forma regular. Sin embargo, ¿implica esto una traición de la Administración de Morales? ¿O las dificultades actuales revelan más bien las tensiones propias de los movimientos de transformación social?
Álvaro García Linera se inclina por esta última hipótesis. El vicepresidente del Estado plurinacional de Bolivia defiende la situación del Gobierno. Antiguo guerrillero, sociólogo y autor de numerosas obras, reflexiona sobre los obstáculos del cambio. Esta dualidad aporta originalidad a su testimonio: no son habituales los casos de intelectuales que se enfrentan al rigor que la realidad impone a sus teorías; e igualmente inusual es que los dirigentes políticos examinen las implicaciones teóricas de su acción.
Al revelar las dificultades que encuentra una colectividad dada –un pueblo, un Estado–, las contradicciones catalizan el surgimiento de soluciones. A través de estas tensiones, las sociedades se desarrollan, tejen alianzas entre grupos sociales y superan (parcial o completamente) los obstáculos que traban su progreso.
Entre el año 2000, fecha de las primeras movilizaciones sociales masivas que denunciaron la privatización del agua, y 2009, fecha de la reelección del sindicalista campesino Evo Morales para la presidencia (ver recuadros), Bolivia vivió un conflicto fundamental que opuso al pueblo boliviano y al imperio estadounidense y sus aliados de la burguesía local, apegados al neoliberalismo.
La elección de 2009, de la que el Gobierno de Morales salió fortalecido, atenuó esas amenazas externas. Surgieron entonces nuevas contradicciones, en el seno del bloque nacional popular, entre los diferentes sectores que conducen el proceso de cambio, relativas a las modalidades de su liderazgo. Cuatro de esas tensiones, secundarias (...)
FONTE: https://mondiplo.com/bolivia-las-cuatro-contradicciones-de-nuestra
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